Photo Credit: aFadi Sahouri – Visit Jordan – Courtesy
Los interesados en la intersección de historia, cultura y religión encontrarán lo que buscan cuando visiten Al-Maghtas (Jordania). Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Al-Maghtas se menciona en los Evangelios como Betania más allá del Jordán, el lugar donde, según la tradición, Jesús de Nazaret fue bautizado por su primo, Juan el Bautista.
Con sólo pisar las orillas del río Jordán, los visitantes pueden adentrarse en una historia que se remonta a miles de años, incluso antes de la era de la Biblia. Las pruebas arqueológicas indican que el lugar ha estado habitado por seres humanos durante un periodo de tiempo considerable, con asentamientos que se remontan al Neolítico. Sin embargo, es la importancia bíblica de Al-Maghtas lo que atrae a peregrinos y turistas por igual.
Los Evangelios narran la historia de Juan el Bautista, el ardiente predicador que llamaba al arrepentimiento mediante el bautismo en el río Jordán. Según las Escrituras, la gente acudió a él, incluido Jesús de Nazaret. Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas describen el descenso del Espíritu Santo en forma de paloma sobre Jesús tras su bautismo, marcando así el comienzo de su ministerio.
Al-Maghtas se considera el lugar de este acontecimiento crucial al menos desde la época bizantina. Los primeros cristianos construyeron iglesias y centros de peregrinación en el lugar, lo que atestigua su importancia temprana (y perdurable) dentro de esta tradición.
San Juan Bautista, el “nuevo Elías”
A los interesados en la historia sin duda les intrigará la relación entre Al-Maghtas y el célebre Mapa de Madaba. Este extraordinario mapa en mosaico del siglo VI, conservado en la iglesia de San Jorge de Madaba (Jordania), es el mapa más antiguo que se conserva de Tierra Santa.
En él, dos peces adornan el mapa, uno frente al otro. Uno de los peces parece escapar del Mar Muerto y dirigirse hacia el río Jordán. Sin embargo, es poco probable que un pez pueda sobrevivir en un medio tan salino.
Los historiadores creen que estos peces representan un lugar importante para los cristianos: Betábara o Betania al otro lado del Jordán. Este lugar es conocido por ser el punto de paso de figuras bíblicas como Elías y Eliseo (2 Reyes 2). En los Evangelios, Juan el Bautista aparece como una figura profética en la tradición de Elías.
Por tanto, no es de extrañar que Juan el Bautista comenzara su ministerio en los lugares relacionados con los del propio Elías, incluido el río Jordán y sus alrededores. Los estudiosos creen que el mapa identifica Al-Maghtas como el lugar del bautismo de Jesús, lo que refuerza aún más su importancia histórica.
Un legado vivo: Al-Maghtas en la actualidad
Al-Maghtas se encuentra a unos 30 kilómetros al este de Jericó, a una hora en coche de la capital de Jordania, Ammán. Es fácilmente accesible para excursiones de un día. La Comisión del Sitio del Bautismo gestiona el lugar y ofrece información a los visitantes y visitas guiadas. La entrada es de pago.
Como la mayoría de los lugares de Jordania, Al-Maghtas ofrece una mezcla de maravillas arqueológicas y profundidad espiritual. Los visitantes pueden explorar las ruinas de iglesias bizantinas, monasterios y piscinas bautismales, vestigios de una vibrante comunidad cristiana primitiva. Sin embargo, también hay capillas relativamente modernas, construidas por diversas confesiones cristianas, que atestiguan la importancia permanente del lugar para todas las tradiciones cristianas.
Un paseo por las orillas del río Jordán, en la ribera jordana, permite la contemplación tranquila. Muchos visitantes optan por bautizarse en las mismas aguas donde se cree que fue bautizado Jesús. Al-Maghtas ofrece una experiencia inolvidable a viajeros de toda condición, ya sea por su importancia histórica o por su atractivo espiritual.
Visitar Al-Maghtas es algo más que hacer turismo; es una oportunidad de conocer un lugar que ha resonado entre los creyentes durante siglos. Quienes planeen una visita deben llevar botas de montaña, sentido de la maravilla y estar preparados para dejarse conmover por la historia que impregna las orillas del río Jordán.
