Lumbini, en las llanuras del sur de Nepal, es uno de los principales lugares de peregrinación del mundo. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, se considera tradicionalmente el lugar de nacimiento de Siddhartha Gautama, el príncipe que la historia posterior conocería como Buda.
El legado del Despierto
Cuenta la leyenda que Siddhartha Gautama nació en Lumbini, en lo que hoy es Nepal, en la familia real del clan Shakya, en el año 623 a.C. Criado en las comodidades propias de la realeza, Siddhartha vivió protegido de la dura realidad del sufrimiento, la ancianidad y la muerte.
Sin embargo, acabó abandonando su principesca vida en pos de la verdad. Tras renunciar a su reino y a sus derechos de nacimiento, se convirtió en un asceta errante y dedicó su existencia a comprender la causa del sufrimiento humano y buscar el camino hacia la liberación.
Con el tiempo, tras años de intensa meditación y ascetismo, Siddhartha alcanzó la iluminación en Bodh Gaya y se convirtió en Buda. Sus enseñanzas sentaron las bases de lo que más tarde sería el budismo, una tradición espiritual polifacética que hace hincapié en la Vía Media: un equilibrio entre el placer mundano y el ascetismo extremo. El núcleo de las enseñanzas de Buda son las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Sendero Óctuple, una guía para la vida ética, la atención plena y la sabiduría.
Miles de peregrinos viajan cada año a Lumbini para seguir los pasos de Buda y visitar los lugares donde comenzó su vida y su legado espiritual.
Los lugares sagrados de Lumbini
En el centro de Lumbini se encuentra el templo de Maya Devi, llamado así por la madre de Buda, la reina Maya Devi. El templo se alza en el lugar donde se dice que dio a luz a Siddhartha Gautama, y entre sus muros hay una piedra que indica lo que la tradición considera el lugar exacto de su nacimiento. Los peregrinos acuden a este templo para presentar sus respetos, rezar y meditar.
Junto al templo se encuentra el estanque donde, según la tradición budista, la reina Maya Devi se bañó antes de dar a luz, y donde el recién nacido Siddhartha tomó su primer baño, purificado por los nagas – los espíritus del agua –. Las aguas de este estanque, aún visitable, siguen atrayendo a peregrinos que lo consideran un símbolo de pureza y un lugar para la purificación espiritual.
Lumbini también alberga el Pilar de Ashoka, un antiguo monumento erigido por el gran emperador de la India, Ashoka, durante su visita al lugar en 249 a.C. Acompañado de su maestro, Upagupta, Ashoka vino a Lumbini para honrar el lugar de nacimiento de Buda y difundir las enseñanzas del budismo.
El pilar lleva una inscripción que señala el lugar del nacimiento de Buda y conmemora los siete pasos que se dice que dio Buda inmediatamente después de su nacimiento, lo que daba a entender su futuro papel como gran maestro.
Otros lugares importantes de Lumbini y sus alrededores son Kapilvastu, la antigua capital del reino Shakya, donde Buda pasó gran parte de sus primeros años de vida, y Devdaha, otro importante lugar de peregrinación asociado a la familia materna de Buda. Los peregrinos y visitantes también pueden visitar los monasterios y templos construidos por distintas comunidades budistas, un claro testimonio de la diversidad de las tradiciones del budismo en todo el mundo.
Un lugar de paz y reflexión
Para quienes buscan paz y reflexión espiritual, Lumbini lo ofrece todo. La serenidad del entorno, combinada con un profundo significado histórico, lo convierten en un lugar ideal para la meditación y la introspección.
El vasto Jardín de Lumbini, que alberga monasterios construidos por naciones budistas de todo el mundo, permite a los peregrinos meditar las enseñanzas de Buda según distintas tradiciones, al tiempo que reflexionan sobre su propia experiencia espiritual.
Viaje al corazón del budismo
La importancia de Lumbini como uno de los lugares más sagrados del budismo se confirma en el Mahāparinibbāṇa Sutta, donde el propio Buda lo designó como uno de los destinos de peregrinación más importantes para sus seguidores. Junto con Bodh Gaya, Sarnath y Kushinagar, Lumbini ocupa un lugar insustituible en una de las grandes tradiciones espirituales del mundo: el budismo.