Escocia es una tierra rica en historia, misticismo y espiritualidad, y pocos lugares simbolizan esto mejor que el Camino de Saint Andrews. Se trata de una red de seis caminos y cuatro variantes, según el punto de partida: Desde Edimburgo (Ruta de Santa Margarita); desde Aberdeen (Ruta de San Duthac), desde Hexham (Ruta de San Wilfrido), desde Iona (Ruta de San Columba); desde Motherwell (Ruta de Ladywell) y desde Carlisle (Ruta de san Ninian).
La Ruta de Santa Margarita (St Margaret’s Way) conecta el Santuario de San Andrés en Edimburgo con las ruinas de la Catedral de St. Andrews, llevando a los peregrinos durante unos 100 km a través de un paisaje cargado de belleza natural e historia milenaria.
El punto de partida de esta ruta es el Santuario de San Andrés en Edimburgo, ubicado en la catedral católica de Santa María. Este santuario fue inaugurado en 2012 para albergar una reliquia del santo, un pequeño hueso de San Andrés, que fue entregada por el Arzobispo de Amalfi (Italia), y que “devolvió” al Apóstol a Escocia después de varios siglos de ausencia.
La presencia de esta reliquia ha revitalizado la conexión entre Edimburgo y su santo patrón, atrayendo a visitantes y devotos por igual. Desde este santuario, comienza el viaje que simboliza tanto la devoción religiosa como el reconocimiento del impacto histórico de San Andrés en Escocia.
Esta ruta sigue un recorrido variado que combina senderos rurales, antiguos caminos y carreteras secundarias, permitiendo a los peregrinos descubrir la esencia del país a través de sus paisajes y su historia. Los caminantes parten desde el bullicio de Edimburgo, y a medida que avanzan, van dejando atrás el ritmo de la ciudad para adentrarse en la tranquilidad del campo escocés.
La primera parte del camino cruza los verdes campos y colinas de East Lothian, Este primer tramo permite a los peregrinos reconectar con la naturaleza y reflexionar en medio de un entorno de gran serenidad.
A medida que el camino avanza, los caminantes llegan a la región de Fife, cruzando el icónico Firth of Forth por uno de los puentes que conectan ambas orillas. Fife es conocida como “el Reino de Fife”, un antiguo condado que jugó un papel crucial en la historia medieval de Escocia. Este territorio es rico en leyendas y tradiciones, y cada paso invita a descubrir más sobre la profunda herencia cultural de la región.
Destacan varios puntos de interés: la antigua Abadía benedictina de la isla de Inchcolm y la iglesia de Santa Brígida son lugares que reflejan el legado cristiano medieval en la región. Otro punto de gran interés es la playa de Earlsferry, el lugar donde los peregrinos desembarcaban para recorrer el último tramo de su camino.
El destino final de este camino es la histórica ciudad de St Andrews, que durante siglos ha sido uno de los centros espirituales más importantes de Escocia. La ciudad lleva el nombre de San Andrés, cuyas reliquias fueron traídas aquí en el siglo VIII, convirtiendo el lugar en un importante centro de peregrinación.
La llegada a las ruinas de la Catedral de St. Andrews es uno de los momentos más significativos para los peregrinos. Fundada en 1158 y consagrada en 1318, la catedral fue, durante la Edad Media, la mayor iglesia de Escocia y un centro de gran poder e influencia. Aunque hoy sus impresionantes ruinas son todo lo que queda de su antigua gloria, la catedral sigue siendo un símbolo de la historia religiosa de Escocia y un lugar de profundo significado espiritual.
Para los peregrinos, la experiencia de llegar a las ruinas después de entre cuatro y cinco días de caminata evoca una sensación de logro y conexión con las generaciones de creyentes que han recorrido este mismo camino durante siglos. Las ruinas de la catedral y el cercano castillo de St. Andrews permiten imaginar el esplendor de la ciudad en su apogeo medieval, cuando acogía a miles de peregrinos que venían a venerar las reliquias de San Andrés.
El Way of St Andrews Pilgrimage, promotor de estas rutas, cuenta con el apoyo del arzobispo católico de St Andrews y Edimburgo y otros líderes religiosos, que esperan que especialmente los jóvenes participen en esta revitalización de la peregrinación a St Andrews. La asociación pretende que la experiencia sea accesible e integradora, abierta a personas de todos los credos. Para más información, mapas y detalles, los peregrinos pueden visitar su sitio web y seguir a la asociación en las redes sociales para compartir sus experiencias y mantenerse en contacto.