Escocia es una tierra rica en historia religiosa, y el Camino de San Andrés es quizá su testimonio más elocuente. Formado por una red de seis rutas y cuatro variantes (dependiendo del punto de partida), pasa por Edimburgo (Camino de Santa Margarita), Aberdeen (Camino de San Duthac), Hexham (Camino de San Wilfrid), Iona (Camino de Santa Columba), Motherwell (Camino de Ladywell) y Carlisle (Camino de San Ninian).
El Camino de Santa Margarita une el santuario de San Andrés en Edimburgo con las ruinas de la catedral de San Andrés, llevando a los peregrinos a través de unos 100 kilómetros de campiña rica en belleza natural e historia antigua.
El actual Santuario de San Andrés, situado en la catedral católica de Santa María de Edimburgo, se creó en 2012 para albergar una pequeña reliquia de San Andrés, un hueso donado por el arzobispo de Amalfi (Italia). Esto marcó el regreso de las reliquias de San Andrés a Escocia tras siglos de ausencia. Las reliquias de San Andrés tienen una larga historia en Escocia, ya que algunas se trajeron en el siglo VII. La ciudad de St Andrews, que lleva el nombre del apóstol, se convirtió en un importante lugar de peregrinación en la Europa medieval hasta que el santuario fue destruido durante la Reforma en 1559.
En el siglo XIX, tras la restauración de la jerarquía católica en Escocia, se devolvieron al país reliquias de San Andrés, incluidas porciones de su hombro en 1879 y, más tarde, en 1969, obsequiadas por el Papa Pablo VI. Estas reliquias fueron consagradas en la catedral de Santa María, y la última incorporación en 2012 completó el renacimiento de la presencia del apóstol en Escocia. En la actualidad, el santuario sirve de centro simbólico y espiritual, conectando a los católicos escoceses modernos con el profundo legado histórico de su santo patrón.
La presencia de esta reliquia ha reavivado el vínculo de Edimburgo con su patrona, atrayendo a visitantes y devotos por igual. Desde este santuario comienza un viaje que encarna tanto la devoción religiosa como el reconocimiento del impacto histórico de San Andrés en Escocia.
La primera parte del paseo sale del centro de Edimburgo, en la catedral, y continúa por una red de rutas ciclistas (muchas de las cuales eran antiguas vías de ferrocarril) y populares rutas playeras.
Los caminantes avanzan por Cramond y luego atraviesan los bellos paisajes de la finca de Rosebery antes de llegar a la histórica ciudad de South Queensferry. A continuación, los caminantes cruzarán el emblemático puente de la carretera de Forth y se adentrarán en el reino de Fife, un antiguo condado que desempeñó un papel fundamental en la historia medieval de Escocia. Es una zona rica en leyendas y tradiciones, y cada paso que se da revela más sobre el patrimonio cultural de la región.
La antigua abadía benedictina de la isla de Inchcolm y la iglesia de Santa Brígida son ejemplos emblemáticos del patrimonio cristiano medieval de la región. Otro punto de gran interés es la playa de Earlsferry, el lugar donde los peregrinos desembarcaban para recorrer la última parte de su viaje.
El destino final de esta ruta es la histórica ciudad de St Andrews. Ha sido uno de los centros espirituales más importantes de Escocia durante siglos. La ciudad debe su nombre (obviamente) a San Andrés, cuyas reliquias se trajeron aquí en el siglo VIII, convirtiéndola en un importante destino de peregrinación.
Llegar a las ruinas de la catedral de San Andrés es sin duda un momento significativo para los peregrinos que atraviesan Escocia. Fundada en 1158 y consagrada en 1318, la catedral fue la mayor iglesia del país durante la Edad Media. Como tal, fue un centro de gran poder e influencia espiritual, económica, cultural y política. Aunque hoy sus impresionantes ruinas son todo lo que queda de su antigua gloria, la catedral sigue siendo un símbolo de la historia religiosa de Escocia y un lugar de importancia espiritual.
Para los peregrinos, llegar a estas ruinas tras una caminata de cuatro o cinco días supone una sensación de comunión con quienes han recorrido el mismo camino durante siglos. Las ruinas de la catedral y el cercano castillo de St Andrews dan una idea del esplendor de la ciudad en su apogeo medieval, cuando acogía a miles de peregrinos que acudían a venerar las reliquias de San Andrés.
The Way of St Andrews Pilgrimage, promotora de estas rutas, cuenta con el apoyo del arzobispo católico de St Andrews y Edimburgo y otros líderes religiosos, que esperan que especialmente los jóvenes participen en esta revitalización de la peregrinación a St Andrews. La asociación pretende que la experiencia sea accesible e integradora, abierta a personas de todos los credos. Para más información, mapas y detalles, los peregrinos pueden visitar su sitio web y seguir a la asociación en las redes sociales para compartir sus experiencias y mantenerse en contacto.