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San Olav y el camino de los antiguos vikingos

Iglesia de Hojby, Dinamarca: Fresco de San Olav Por Gunnar Bach Pedersen - Obra propia, Dominio público
Iglesia de Hojby, Dinamarca: Fresco de San Olav Por Gunnar Bach Pedersen - Obra propia, Dominio público

“Cristina se hallaba en la colina de Feginsbrekka y veía a sus pies Trondhjem, que relucía a la luz dorada del ocaso. […] Impresionada, lleno su pecho de contenidos sollozos, la joven se dejó caer al pie de la última cruz, allí donde millares de peregrinos habían dado gracias a Dios de que caritativas manos se hubieran tendido hacia ellos durante su viaje a través del mundo bello, pero lleno de peligros.

 

Las campanas tocaban a vísperas en las iglesias y los conventos cuando Cristina entró en el cementerio que rodea la catedral. Por un instante se atrevió a alzar la mirada al pórtico occidental e inmediatamente bajó los ojos deslumbrada.”

Así narra Sigrid Undset, la escritora noruega que fue Nobel de Literatura en 1928, la llegada de una noble penitente en el siglo XIV en peregrinación a la tumba de san Olav, en su obra más famosa, Cristina Hija de Lavrans. Una novela impactante sobre la Noruega medieval en la que la fe divina y las miserias humanas constituyen los verdaderos protagonistas.

Hija de un importante arqueólogo y gran estudiosa de las sagas nórdicas, Sigrid Undset conocía muy bien lo que el Camino de San Olav significó para el norte de Europa durante la Edad Media. Con un detalle añadido: el itinerario principal, el Gudbrandsdalsleden, pasa literalmente por su casa de Bjerkebæk. Hoy, los peregrinos que caminan desde Oslo hasta Trondheim pueden hacer una parada en Lillehammer para visitar la casa-museo de la escritora

¿Y quién era san Olav?

Saint Olav
Cartel conmemorativo de la Municipalidad de Trondheim por los los 900 años de la muerte de Olav el Santo, 1930

En la antigua Nidaros, hoy Trondheim, a orillas del Atlántico, se levanta la catedral gótica más importante de Escandinavia. Se construyó para albergar las reliquias de un rey considerado santo y mártir cristiano, Olav II Haraldsson.

Olav nació de una familia noble pagana en el año 995 y, como buen vikingo, participó durante años en saqueos y asaltos, entre ellos a Canterbury, Inglaterra, en 1011, e incluso se le atribuye la destrucción del Puente de Londres.

Le llamaban “el grande” por su corpulencia física, y debió de ser un guerrero temible y brutal en la batalla. Quería reunir a todos los reinos vikingos en uno solo, y para ello guerreó durante una década. Hasta que por razones políticas debió pasar una temporada en Normandía, cuyo duque Ricardo le puso en contacto con la fe cristiana y con el bautismo.

Olaf Haraldsson
Imagen pictórica en madera del rey Olav Haraldsson (1015-30) Siglo XIV

Olav abrazó la nueva fe con entusiasmo, y al volver a Noruega impulsó la cristianización del país trayendo a misioneros ingleses. Impuso la fe cristiana en Noruega, acabando con muchas prácticas paganas – entre ellas los sacrificios de niños. De esta época se cree que procede la piedra Kuli, un monolito que recoge la primera mención escrita al cristianismo en el país.

Esto le atrajo la enemistad de gran parte de los nobles (en parte porque eliminó muchos de sus privilegios, abusivos, frente a sus vasallos). Tras una rebelión interna, Olav fue expulsado del país por Canuto de Dinamarca y tuvo que exiliarse en Kiev.

Misión divina

Pero para Olav, la lucha que había emprendido por la cristianización de Noruega era mucho más que un interés político, lo consideraba su misión espiritual. Así que decidió volver a Noruega y reclamar el trono.

St Olav's Way
Hito en el Camino de San Olav

No lo logró en vida, pues murió en la batalla de Stiklestad en el año 1030, intentando conquistar Nidaros, pero en seguida empezaron a atribuírsele numerosos milagros y curaciones. El pueblo empezó a peregrinar en masa a su tumba, y al año siguiente el arzobispo de Nidaros le declaró santo por aclamación popular. La devoción a su persona logró la conversión de los vikingos al cristianismo en tiempo récord.

Es difícil medir la asombrosa influencia de Olav en Escandinavia. La Gran Enciclopedia Noruega tiene una palabra propia para este fenómeno: Olavsarven (algo así como Olavmanía). El hacha de san Olav pasó a formar parte del escudo noruego en el siglo XIII, se multiplicaron las iglesias con su nombre por todo el mundo cristiano. Incluso tiene una celebración importante, llamada Olsok o Vigilia de san Olav, cada 29 de julio.

El Camino de San Olav se convirtió en el tercer camino europeo de peregrinación por detrás de Roma y Santiago. En realidad, no es un único Camino, sino una red de nueve caminos que terminan en Trondheim, desde el norte, el sur y el este de Escandinavia. El más antiguo y conocido es el Gudbrandsdalsleden, desde Oslo.

Y a pesar de que las peregrinaciones y la devoción a las reliquias decayeron con la Reforma protestante, los luteranos siempre consideraron a san Olav como un héroe nacional. De hecho, el rey mártir es venerado como Rey Eterno de Noruega desde el siglo XII.

Hoy el Camino de San Olav sigue atrayendo, con sus bellísimos paisajes y su patrimonio de restos arqueológicos y de iglesias de madera, a miles de peregrinos cada verano (el Camino es casi impracticable en invierno). Un Camino – y una historia – que vale la pena experimentar en primera persona.

Catedral de Nidaros

Entrada también disponible en: English Italiano

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