El artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece el derecho fundamental a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de convicciones y la libertad de manifestar la propia religión o las propias convicciones individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Este artículo es crucial porque garantiza que las personas puedan seguir sus propias creencias y convicciones sin temor a ser perseguidas o discriminadas, promoviendo así una sociedad pluralista y tolerante en la que se respete y proteja la diversidad de creencias.
La importancia del artículo 18 radica en su papel como pilar de la libertad individual y la dignidad humana. Al garantizar que todas las personas puedan expresar y practicar libremente sus creencias, fomenta un entorno en el que pueden florecer el diálogo y el entendimiento interculturales. También protege a las minorías religiosas y a las personas que pueden sufrir presiones sociales o gubernamentales para ajustarse a creencias impuestas. En un mundo en el que las tensiones religiosas suelen desembocar en conflictos, este artículo sirve para recordar la necesidad del respeto mutuo y la coexistencia pacífica.
La placa con el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se encuentra en los muros de la Casa Bortelón, en A Fontaneira.
Images courtesy of ISHR
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Casa Bortelon. Fontaneira, 3, 27133 A Fontaneira, Lugo, España - Web
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Siempre abierto - Qué ver
Placa con el artículo 18
