La historia del vino Madiran, un tinto robusto del suroeste de Francia, está ligada a una de las rutas de peregrinación más importantes del cristianismo: el Camino de Santiago. Las raíces del vino se remontan (obviamente) al pueblo de Madiran, enclavado en las regiones de Gers, Altos Pirineos y Pirineos Atlánticos, famosas por su terruño único y su dedicación a las prácticas vinícolas tradicionales.
Con Appellation d’Origine Contrôlée (AOC) desde 1948, Madiran se ha ganado el reconocimiento por producir vinos con un alto contenido en taninos y una intensa concentración, gracias en gran medida a su uva dominante, la Tannat.
En su afamado libro enológico-filosófico-autobiográfico I Drink Therefore I Am, Roger Scruton menciona un fascinante vínculo histórico entre el vino de Madiran y los peregrinos del Camino de Santiago. Según Scruton, en la Edad Media, quienes recorrían el Camino Francés llevaban consigo vino de Madiran, procedente de Francia, en lugar de vino del norte de España.
Para estos peregrinos franceses, las cualidades ricas y tánicas del Madiran proporcionaban sustento y comodidad durante su arduo viaje a Santiago de Compostela. La herencia cultural del vino, vinculada al viaje espiritual de innumerables peregrinos franceses, lo eleva de simple bebida a símbolo de resistencia.
Aunque históricamente los peregrinos franceses llevaban vino de Madiran en su viaje a Santiago de Compostela, Scruton sostiene que quizá se equivocaron al pasar por alto los vinos españoles locales. En particular, Scruton elogia el Bierzo, un vino elaborado con la uva autóctona Mencía, cultivada en las escarpadas y calcáreas estribaciones del noroeste de España.
A pesar del traicionero terreno en el que crece la uva, el Bierzo ofrece algo extraordinario. Scruton describe su «color oscuro como la sangre» y su «sabor melancólico» y lo compara con la «agridulce canción de amor de Lorca». Para él, la profundidad mineral del Bierzo, bañada por el sol, justifica la laboriosidad de su producción, lo que pone en tela de juicio la preferencia de los peregrinos franceses por Madiran. En su opinión, se pierden un vino de una belleza inquietante y un carácter profundo, digno del viaje de todo peregrino.
Ahora bien, la uva Tannat, que debe constituir al menos el 60% de cualquier vino de la DOC Madiran, es famosa por producir vinos audaces y estructurados. De hecho, algunos de los mejores vinos de Madiran se elaboran con un 100% de Tannat y son famosos por su capacidad para envejecer con elegancia, como los mejores vinos de Burdeos.
Aunque tradicionalmente eran bastante intensos y requerían años de envejecimiento, los vinicultores modernos han adoptado técnicas como la microoxigenación para crear vinos más accesibles y jóvenes. Esta mezcla de tradición e innovación ha permitido al vino de Madiran evolucionar sin perder su identidad histórica.
Así que, tanto si bebes Madiran comoo Bierzo, participas de una tradición centenaria que ha sostenido a los peregrinos en su viaje sagrado. Sus profundos sabores reflejan la resistencia tanto de los caminantes como de los viticultores que siguen honrando la tierra y sus viñas. En Madiran, como en el noroeste de España, el vino y la peregrinación están entrelazados, proporcionando alimento físico y espiritual a todos los viajeros.
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