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Varanasi: la Ciudad Eterna de Shiva

Amanecer en los santos ghats de Varanasi, India silentwings_M_Ghosh - Shutterstock
Amanecer en los santos ghats de Varanasi, India silentwings_M_Ghosh - Shutterstock

Varanasi, también conocida como Kashi o Benarés, remonta sus orígenes al corazón de la mitología y la tradición hindúes. Su nombre tiene su origen en dos ríos afluentes que la atraviesan: el Varuna y el Assi. Situada en la orilla norte del Ganges, Benarés es conocida desde hace mucho tiempo como la «Ciudad de la Luz», título derivado de la raíz sánscrita kaś, que significa «brillar».

Se dice que el nombre de Kashi evoca la presencia luminosa de los dioses que han guiado a los peregrinos durante siglos. También conocida como Avimukta, que significa «nunca abandonada por Shiva», Varanasi se considera una ciudad eterna que concede la liberación, o moksha, a quienes la buscan.

Según la creencia hindú, Varanasi fue fundada por el propio Shiva, que llegó aquí en un alarde de conquista y santidad. Según la leyenda, tras un feroz enfrentamiento entre Shiva y Brahma, una de las cinco cabezas de Brahma fue cortada y profanada por Shiva. Mientras Shiva vagaba con la cabeza de Brahma como señal de su victoria, llegó a Benarés, donde la cabeza cayó de su mano y se fundió con la tierra, marcando el lugar como tierra sagrada. Este mito convirtió a Benarés en una ciudad sagrada.

Una ciudad de muchos nombres y leyendas perdurables

A lo largo de las escrituras hindúes, Varanasi ha adquirido epítetos que hablan de su estatus espiritual. A menudo se la llama Ānamdakānana, el «bosque de la dicha»; Rudravāsa, que significa «donde reside Rudra (Shiva)»; y Mahāśmaśāna, el «gran campo de cremación», que explica la tradicional asociación de Benarés con la muerte, el renacimiento y el ciclo de la existencia. Estos nombres reflejan su reputación como lugar donde se dice que se cruzan los mundos eterno y temporal.

El aura de Varanasi no se limita sólo al hinduismo; también tiene importancia en las tradiciones budista, jainista y sij. En el budismo, se considera el lugar donde Buda pronunció su primer sermón tras alcanzar la iluminación. El capitel del león de Ashoka, una reliquia cercana del siglo V a.C., conmemora este acontecimiento y sirve de recordatorio del papel de Varanasi en el fomento de una reunión armoniosa de tradiciones a través de los tiempos.

 

Pilgrimages in Hinduism, a matter of purification

Los Ghats: Caminos hacia la liberación

Una de las características más distintivas de Benarés son sus ghats, terraplenes escalonados que bordean el río Ganges y ofrecen a los peregrinos espacios para realizar rituales, meditar y buscar bendiciones. El ghat Dashashwamedh, del que se dice que fue creado por Brahma para dar la bienvenida a Shiva, es quizá el más famoso. Otros ghats, como Manikarnika y Harishchandra, son venerados como lugares de cremación que, según algunos hindúes, pueden conducir a la moksha, la liberación del ciclo del renacimiento.

El ghat Manikarnika, uno de los más sagrados, está impregnado de mitología. Según la leyenda, fue aquí donde Shiva cavó un estanque con su tridente, el Manikarnika Kund, y perdió uno de sus pendientes, por lo que el lugar es sagrado. Se cree que las llamas de los rituales de cremación purifican el alma y proporcionan un camino directo a la salvación a quienes lo atraviesan.

Centros de culto: Templos y leyendas perdurables

Benarés alberga innumerables templos dedicados a diversas deidades hindúes, cada uno de los cuales contribuye al paisaje espiritual de la ciudad. En su corazón se encuentra el templo de Kashi Vishwanath, dedicado a Shiva, que atrae a millones de visitantes cada año. Construido originalmente por nobles Rajput bajo el patrocinio del emperador mogol Akbar en el siglo XVI, se erige como símbolo de resistencia a través de siglos de invasiones y conflictos. La ciudad también está salpicada de templos dedicados a Hanuman, Durga y Vishnu.

Además de los templos, los centros educativos han contribuido durante mucho tiempo a la reputación de Benarés como lugar del saber. El Benares Sanskrit College, fundado en 1791, es, junto con la Universidad Hindú de Banaras, centros de aprendizaje donde se conserva y transmite la sabiduría tradicional, lo que consolida a Varanasi como sede perdurable de la cultura hindú.

El ciclo eterno: Muerte, renacimiento y peregrinación

Para los hindúes, Varanasi tiene una importancia sin parangón como destino de viajes espirituales y temporales. Es una de las siete ciudades santas, o Sapta Puri, que se cree conceden la liberación, junto con Ayodhya, Mathura y otras. Esta creencia atrae a miles de personas que desean morir en la ciudad santa o esparcir sus cenizas en el Ganges, completando así el ciclo del renacimiento y alcanzando moksha.

 

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