Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Una peregrinación turca: El Pozo de San Pablo, al descubierto

El de San Pablo no es un pozo cualquiera. Este pozo de agua, aún en funcionamiento, situado en el barrio viejo de Mersin, la antigua Tarso, es un símbolo de la rica historia cristiana entretejida en el tejido de esta antigua tierra.

Turquía, una de las primeras cunas del cristianismo, alberga un tesoro de lugares históricos y religiosos aún por descubrir por los peregrinos occidentales. Entre ellos, sin duda, el Pozo de San Pablo.

Pablo, seguramente una de las figuras más influyentes (si no la que más) del cristianismo primitivo, nació en Tarso hacia el 5-10 de nuestra era. Originalmente llamado Saulo (Saulo de Tarso), persiguió celosamente a los primeros cristianos hasta que un legendario y dramático encuentro con Cristo resucitado en el camino de Damasco le llevó a la conversión – según el famoso Libro de los Hechos, tras “caerse del caballo”. Una expresión muy usada aún en español.

Con el nombre de Pablo, se convirtió en un misionero clave, difundiendo las enseñanzas de Jesús más allá de la comunidad judía. Sus numerosas epístolas, que forman una parte significativa del Nuevo Testamento cristiano, hacían hincapié en la universalización del mensaje de Cristo y en la inclusión de los gentiles en la fe. Las ideas teológicas de Pablo, sus viajes misioneros y su papel fundamental en la formación de la doctrina cristiana primitiva hacen de él una figura central y perdurable en la historia del cristianismo.

Y Tarso, el lugar de nacimiento de Pablo, es naturalmente parte integrante de esta narración.

roman road
Calzada romana, cerca del pozo de San Pablo. En Tarso, los peregrinos no sólo exploran los vestigios tangibles de la vida del apóstol, sino que también pueden sumergirse en el tapiz cultural y religioso de Turquía, nación que desempeñó un papel clave en la formación del cristianismo primitivo.

En la casa del Apóstol

¿Por qué el pozo está cargado de significado histórico y espiritual? Pues porque, según la tradición local, este pozo formaba parte de la casa natal de Pablo, lo que lo convirtió pronto en una reliquia sagrada para los peregrinos que iban por tierra camino de Jerusalén.

Hoy, además, numerosas rutas de peregrinación, relacionadas con el apóstol de los gentiles, pasan natural y necesariamente por Tarso. Los peregrinos que acuden a este venerado lugar no pueden sino tropezar con las raíces de sus propias tradiciones religiosas, espirituales y culturales.

El pozo en sí es más que una valiosa reliquia; representa una fuente de alimento espiritual. Los peregrinos y visitantes aún pueden beber de sus aguas, vinculándose física y simbólicamente al relato bíblico.

La proximidad del pozo a los restos de la supuesta casa de San Pablo, así como la vía romana a pocos metros, añade una capa de autenticidad a la experiencia, permitiendo a los peregrinos imaginar parte de la vida cotidiana del apóstol.

El camino de peregrinación que rodea el Pozo de San Pablo atraviesa también las históricas calles de Tarso, creando un viaje que reúne distintas épocas. Los peregrinos no sólo exploran los vestigios tangibles de la vida del apóstol, sino que también pueden sumergirse en el tapiz cultural y religioso de Turquía, una nación que desempeñó un papel fundamental en la formación del cristianismo primitivo.

Saint Paul’s Well

Entrada también disponible en: English Italiano

Deje un comentario