Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Cuando los Reyes Católicos peregrinaron a Santiago

En la plaza del Obradoiro, un imponente edificio renacentista flanquea a la izquierda la Catedral de Santiago. Hoy es un hotel de lujo en el que se alojan, entre otros, los Reyes de España cuando viajan a Galicia. Hasta hace cien años, era uno de los albergues de peregrinos más famosos del Camino de Santiago (de hecho, en honor a ese pasado, el hotel sigue sirviendo gratis diez comidas a los primeros diez peregrinos que llegan cada día).

Pero sobre todo se trata del testigo en piedra de una de las peregrinaciones a Santiago más famosas de la historia, la de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, en 1486.

hostal dos reis catolicos
Hostal dos Reis Catolicos By Bernardo Baggio – DSC04236, CC BY 2.0

Conocemos los hechos por el cronista del reino, Hernando del Pulgar, en su Crónica de los Señores Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel de Castilla y de Aragón, que relata el viaje casi día a día.

Pero además, como muestra el historiador Vidal González Sánchez, ha llegado hasta nosotros uno de los cuadernos en los que Pedro de Toledo, el limosnero de la reina Isabel, llevaba la cuenta del dinero que se dio a los peregrinos y mendigos durante todo el camino.

Una decisión repentina

¿Por qué fueron los Reyes Católicos a Santiago? En realidad, Fernando e Isabel ya peregrinaban muy a menudo a Guadalupe (más de una docena de veces), y allí tenían hasta una casa de reposo. Guadalupe tiene su propio Camino Real gracias a los monarcas españoles y sus sucesores hasta Felipe IV, que fueron muy devotos de este santuario.

Pero el Apóstol Santiago era mucho más que un santuario: era el símbolo e inspiración, desde hacía casi ocho siglos, de la Reconquista cristiana. Era el patrono del país, el baluarte espiritual de la larguísima guerra que había comenzado en Covadonga en el año 722, y que los Reyes Católicos terminarían con la rendición de Granada en 1492.

 

Reyes Catolicos liberan Málaga
Los reyes católicos liberaron Málaga justo antes de su peregrinación a Santiago de Compostela.

De hecho, Isabel y Fernando tenían previsto peregrinar hasta allí para dar solemnes gracias cuando lograran la victoria final, pero un imprevisto les hizo adelantar el viaje. Un noble, el conde de Lemos, en Galicia, se declaró en rebeldía.

En realidad, se trataba de una provocación menor de un don nadie, y podría haberse resuelto sin necesidad de que los monarcas viajaran hasta allí (de hecho, bastó una advertencia verbal para que el conde bajara la cabeza). Pero los Reyes, muy religiosos, lo interpretaron como una señal divina: debían detener las operaciones militares en Andalucía y peregrinar a la Tumba del Apóstol.

Un itinerario único

Los Reyes reunieron en Córdoba un séquito de más de 200 personas y se pusieron en camino. Curiosamente, no siguieron el Camino Mozárabe ni la Vía de la Plata, que eran la elección natural (y que pasaban cerca de Guadalupe, su santuario favorito). En su lugar, subieron hasta casi Madrid y allí tomaron lo que hoy se llama el Camino de Levante, que pasa por Ávila y Benavente, hasta enlazar con el Camino Francés en Ponferrada.

¿Por qué decidieron hacerlo? Es muy posible que la Reina quisiera aprovechar el paso por Arévalo para visitar a su madre, la reina viuda, y a su abuela, Isabel de Barcelós, ya muy cercana a la muerte. Se sabe, por tanto, que entraron en Galicia por O Cebreiro, el lugar donde la tradición dice que hay un grial.

¿Hay un “Santo Grial” en el Camino de Santiago?

Pasaron por los lugares tradicionales del Camino que todo peregrino que haya estado allí reconocerá: Ponferrada, Portomarín, Palas de Rei, Melide, O Pedrouzo, y llegaron a Santiago el martes 15 de septiembre, en medio de una gran expectación popular.

Permanecieron 20 días, e hicieron muchas limosnas y donativos a los necesitados. Las más importantes fueron para el propio Apóstol: un rico incensario de plata, un fragmento del Lignum Crucis y, lo más importante, los recursos para construir un enorme hospital (albergue) para peregrinos.

El edificio costó una fortuna a los reyes, y contaba con los últimos avances de la época en cuanto a construcción y comodidades. Tenía varios patios con fuentes, tejados impermeables a la humedad y su propio huerto. En ellos, cada peregrino era atendido gratuitamente durante los tres días siguientes a su llegada a Santiago.

Sí, es el mismo hotel de lujo del que hablábamos al principio. En su pared aún se conserva una inscripción, que traducida al español dice así:

Los magnánimos reyes Fernando e Isabel

Lo mandaron construir para los peregrinos a Santiago de Compostela

Comenzaron la obra en el año de la Salvación de 1501

y diez años después estaba terminada.

Entrada también disponible en: English Italiano

Deje un comentario