Indonesia, hogar de la mayor población musulmana del mundo, es una tierra rica en tradiciones espirituales. Aunque muchos asocian la peregrinación islámica con el hajj anual a La Meca, existen importantes prácticas locales de peregrinación en todo el archipiélago indonesio que tienen un profundo significado cultural.
Estas peregrinaciones, conocidas como ziyarah, mezclan la tradición local y la fe islámica, proporcionando una experiencia espiritual completa a muchos musulmanes indonesios que buscan bendiciones y conexión con su herencia religiosa.
Uno de los lugares de peregrinación islámica más destacados de Indonesia es la ciudad de Demak, a menudo denominada la cuna del Islam en Java. Situada en Java Central, Demak es famosa por su Gran Mezquita del siglo XV (Masjid Agung Demak), una de las más antiguas de Indonesia. Se dice que la mezquita fue fundada por los Wali Songo, los Nueve Santos, que desempeñaron un importante papel en la difusión del Islam por todo el archipiélago.
Los peregrinos que acuden a Demak visitan las tumbas de los Wali Songo, en particular la de Sunan Kalijaga, venerado místico y santo islámico. El lugar sirve de centro de reflexión sobre la historia del Islam en Java, combinando la observancia religiosa con la celebración del patrimonio cultural e histórico propio de la región.
Otro importante destino de peregrinación es la isla de Lombok, a menudo conocida como la «isla de las mil mezquitas». El paisaje religioso de Lombok está salpicado de santuarios, mezquitas y lugares de enterramiento de influyentes eruditos musulmanes.
Entre los más famosos se encuentra la tumba del jeque Maulana Malik Ibrahim, un respetado erudito islámico al que se atribuye la introducción del Islam en el pueblo sasak de Lombok. En este lugar sagrado, los peregrinos buscan bendiciones y renovación espiritual.
Más al este, la ciudad de Banten, en el extremo occidental de Java, es otro importante lugar de peregrinación. Aquí floreció el sultanato de Banten, y la gran mezquita de Masjid Agung Banten es testigo de su pasado real.
El mausoleo del sultán Maulana Hasanuddin, primer sultán de Banten, es un destino habitual para los peregrinos, que honran así el papel del sultán en la difusión de la fe. La peregrinación a Banten atrae a visitantes de toda Indonesia, muchos de los cuales acuden en fiestas islámicas – o en el aniversario del sultán –.
Aunque estas peregrinaciones no son una obligación religiosa formal como el Hajj o la Umrah, ofrecen a los musulmanes indonesios la oportunidad de realizar prácticas devocionales sin necesidad de viajar al extranjero. Para muchos, estas peregrinaciones aportan profundidad espiritual, y constituyen una forma de preservar el patrimonio religioso de Indonesia.
Además de visitar tumbas y mezquitas, los peregrinos suelen rezar, recitar el Corán, estudiar y meditar, o participar en rituales que combinan las prácticas islámicas con las costumbres locales preislámicas: rezar por los difuntos o pedir bendiciones para el bienestar personal.
Estas prácticas, asociadas a la ziyarah, tienden un puente entre la ortodoxia islámica y la diversidad cultural de Indonesia, lo que las convierte en una expresión única de fe dentro del mundo musulmán.
Al participar en estas peregrinaciones locales, los musulmanes indonesios honran su fe y celebran el tapiz histórico y cultural de su nación. Ya sea en la bulliciosa ciudad de Demak, en la tranquila isla de Lombok o en los lugares históricos de Banten, estos viajes espirituales preservan la historia del Islam en Indonesia.