La Meca, situada en el corazón de Arabia Saudita, es la ciudad más sagrada del islam y el destino de la peregrinación anual (Hajj), uno de los cinco pilares de la fe musulmana. Pero más allá de su importancia ritual, La Meca es también el lugar de nacimiento del profeta Mahoma y el escenario de numerosos episodios clave en su vida y en la historia del islam.
Hoy en día, muchos de los sitios históricos relacionados con la vida del profeta han desaparecido debido al crecimiento urbano y a las reformas emprendidas en la ciudad. Sin embargo, algunos de estos lugares aún pueden visitarse y constituyen una conexión viva con la historia del islam. Desde la Cueva de Hira, donde Mahoma recibió sus primeras revelaciones, hasta el Monte Arafat, donde pronunció su último sermón, estos sitios brindan a los peregrinos una oportunidad única para reflexionar sobre la vida del profeta y la importancia espiritual de cada lugar.
A continuación, presentamos un recorrido por los principales lugares de La Meca y sus alrededores que están vinculados con la vida de Mahoma.
1. Masjid al-Haram y la Kaaba: El corazón del culto islámico
En el centro de La Meca se encuentra la Gran Mezquita o Masjid al-Haram, que alberga la Kaaba, la estructura cúbica negra hacia la cual los musulmanes dirigen sus oraciones. Según la tradición islámica, la Kaaba fue originalmente construida por el profeta Abraham e Ismael como la primera casa dedicada al culto de Dios.
Durante su juventud, Mahoma participó en la reconstrucción de la Kaaba tras ser dañada por una inundación. En un gesto que evidenció su sabiduría, propuso una solución pacífica cuando distintas tribus querían tener el honor de colocar la Piedra Negra en su sitio: él extendió su manto y colocó la piedra en el centro, permitiendo que los líderes de cada tribu la sujetaran juntos para llevarla a su lugar.
El Tawaf, la circunvalación de la Kaaba siete veces en sentido contrario a las agujas del reloj, es un ritual que los peregrinos realizan tanto en el Hajj como en la Umrah, recordando la centralidad de este santuario en la fe islámica.
2. La Cueva de Hira en Jabal al-Nour: El inicio de la revelación
Jabal al-Nour, o «Montaña de la Luz», es una elevación rocosa al noreste de La Meca que alberga la Cueva de Hira, un sitio de inmenso valor histórico y espiritual. Aquí, Mahoma solía retirarse para meditar y reflexionar, hasta que, a la edad de 40 años, recibió suprimera revelación del Corán a través del ángel Gabriel.
Este evento marcó el inicio de su misión profética y el nacimiento del islam. Hoy en día, muchos visitantes y peregrinos escalan la empinada montaña para llegar a la cueva, experimentando un momento de introspección ese mismo lugar.
3. Monte Arafat: El sermón de despedida
A unos 20 kilómetros de La Meca se encuentra el Monte Arafat, también llamado Jabal ar-Rahma o «Montaña de la Misericordia». Este es el sitio donde Mahoma pronunció su último sermón ante miles de seguidores durante su peregrinación de despedida en el año 632 d.C. En este discurso, reafirmó los principios fundamentales del islam, la igualdad de los creyentes y la importancia de la justicia.
Cada año, el 9 de Dhu al-Hijjah, millones de peregrinos se reúnen en Arafat para el Wuquf (la «estación en Arafat»), el momento más importante del Hajj. La estancia en este lugar simboliza la humildad ante Dios y la súplica por el perdón divino.
4. Muzdalifah: La noche de recogimiento
Tras la jornada en Arafat, los peregrinos se dirigen a Muzdalifah, una llanura donde pasan la noche bajo el cielo abierto. Aquí, realizan oraciones y recogen los guijarros que usarán en el ritual del apedreamiento del diablo en Mina.
Mahoma mismo pasó la noche en este lugar durante su peregrinación, estableciendo la práctica que los musulmanes siguen hasta el día de hoy.

5. Mina y el Puente Jamarat: El rechazo al mal
Mina es una zona desértica donde los peregrinos permanecen varios días tras su estancia en Arafat y Muzdalifah. Es en este lugar donde tiene lugar el ritual del «Ramy al-Jamarat», que consiste en arrojar piedras a tres pilares (los Jamarat), representando la resistencia a la tentación satánica.
Según la tradición, este acto rememora la historia del profeta Abraham, quien, cuando se disponía a sacrificar a su hijo en obediencia a Dios, fue tentado tres veces por el diablo y lo rechazó lanzándole piedras. Mahoma también realizó este ritual durante su peregrinación, y los musulmanes lo repiten como un símbolo de su propia lucha contra las tentaciones y el pecado.
6. Mezquita Al-Khayf: Lugar de oración de los profetas
En Mina se encuentra la Mezquita Al-Khayf, un lugar de gran importancia histórica, ya que se dice que numerosos profetas oraron allí, incluido Mahoma. Durante el Hajj, esta mezquita sigue siendo un punto clave donde los peregrinos realizan sus oraciones.
7. Jabal al-Thawr: El refugio de la Hégira
Otra montaña significativa en la historia del islam es Jabal al-Thawr. En una cueva de esta montaña, Mahoma y su compañero Abu Bakr se refugiaron cuando huían de La Meca hacia Medina en el año 622 d.C., un evento conocido como la Hégira.
La tradición cuenta que Dios protegió a los fugitivos haciendo que una araña tejiera una red en la entrada de la cueva y que una paloma construyera un nido, haciendo creer a los perseguidores que nadie había entrado allí.
La Hégira marcó el comienzo del calendario islámico y simboliza la fe y la confianza absoluta en la protección divina.
8. El Pozo de Zamzam: Un milagro en el desierto
Dentro de la Gran Mezquita se encuentra el pozo de Zamzam, del que fluye agua desde tiempos antiguos. Según la tradición islámica, este pozo surgió milagrosamente cuando Agar, la esposa del profeta Abraham, buscaba desesperadamente agua para su hijo Ismael en el desierto.
Mahoma mencionó las propiedades benditas de esta agua y su consumo es una tradición importante para los peregrinos que visitan La Meca.
9. La Exposición Cultural Hira: Un viaje por la historia islámica
Para quienes desean profundizar en la historia del islam, la Exposición Cultural Hira ofrece un recorrido a través de la vida del profeta Mahoma y los eventos clave de su misión. Con modernas exhibiciones interactivas y una biblioteca especializada, este centro cultural proporciona un contexto enriquecedor para entender la evolución de La Meca y el desarrollo del islam.
La Meca no es solo el epicentro del islam, sino también un testimonio vivo de la historia del profeta Mahoma. Los lugares que aún pueden visitarse permiten a los peregrinos y viajeros conectar con los momentos más trascendentales de su vida, reafirmando la fe y el legado espiritual que ha perdurado a lo largo de los siglos.