Conocida por ser el lugar donde San Ignacio de Loyola vivió su retiro transformador en 1522, la ciudad se ha convertido en un punto de encuentro para buscadores espirituales.
El sendero, cargado de patrimonio, ofrece una aventura de fin de semana ideal tanto para los entusiastas de la naturaleza como para los amantes de la historia (y el vino).
Ávila será reconocida próximamente como Ciudad Amiga de los Derechos Humanos, en relación con la Ruta de los Derechos Humanos en el Camino de Santiago.
Doradas y delicadas, las Yemas de Santa Teresa son un símbolo de la rica historia de Ávila y de su tradición culinaria ligada a la memoria de Santa Teresa.