La Iglesia de San Sebastián de Soreasu, situada en el casco histórico de Azpeitia, destaca como un tesoro arquitectónico de raíces templarias, remodelada en los siglos XVI y XVII. Construida en buena sillería caliza, tiene planta basilical con un ábside que abarca las tres naves. La fachada plateresca del siglo XVIII, obra de Ventura Rodríguez, le da un aire clásico, mientras que la antigua torre gótica y el chapitel neogótico del siglo XIX añaden complejidad arquitectónica. En su interior se encuentra la pila bautismal de San Ignacio de Loyola, protegida por una imponente verja barroca. En lo alto de la pila bautismal una simpática imagen de San Ignacio enmarca un cartel que dice, en euskara, “Yo fui bautizado aquí”, e Ignacio señala con su dedo índice. Estando ya en Roma, San Ignacio envió una carta muy afectuosa a la gente de Azpeitia, en la que recordaba con cariño el haber sido bautizado en ese lugar.
Otro de sus elementos destacados es la Capilla de la Soledad, de estructura renacentista y cúpula inspirada en el Panteón de Roma, que alberga un mausoleo, un altar con imágenes religiosas, una pintura mural y un coro con relieves, siendo un espacio lleno de simbolismo y espiritualidad. Fue mandado construir por el capitán Nicolás Sáez de Elola, uno de los capitanes que participó con Francisco Pizarro en la conquista de Perú. Este espacio, que fue restaurado en el siglo XXI, ha revelado enterramientos y restos arqueológicos, añadiendo capas de historia a la iglesia. En conjunto, la Iglesia de San Sebastián de Soreasu emerge como un lugar donde arquitectura, historia y espiritualidad convergen en un testimonio único en el Camino Ignaciano.
- Dirección
Perez Arregi Plaza, Azpeitia (España) - Web
https://loyola.global/es/otros-lugares-ignacianos/12-iglesia-parroquial-de-azpeitia - Horario de Visita
Desconocido - Qué ver
Pila bautismal de san Ignacio de Loyola