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San Patricio se celebra el 17 de marzo en todo el mundo, con multitudes vestidas de verde con sombreros verdes y cerveza verde desfilando por las calles. Hay otro día en que San Patricio se vuelve popular: el Reek Sunday, el día en que miles de personas suben, en el último domingo de julio, al Croagh Patrick, el Monte de San Patricio.
El verde es el color de San Patricio y de la isla que ayudó a evangelizar: Irlanda. En ese sentido, el verde es más que un color. Es una cuestión de identidad nacional, una encrucijada de historia, religión y folclore.
Pero no siempre fue así.
De túnicas azules a tréboles verdes
Las primeras representaciones del patrón de Irlanda lo muestran vestido de azul. Pero el azul no es uno de los colores litúrgicos habituales en el rito latino y sólo puede utilizarse con privilegios especiales. Estos privilegios son de dos tipos: uno concedido a importantes santuarios marianos, donde el decreto especifica si los ornamentos azules pueden usarse regularmente o sólo en determinadas fiestas importantes, y otro extendido a países enteros.
Por ejemplo, las iglesias españolas pueden utilizar vestimentas azules en la festividad de la Inmaculada Concepción, un privilegio que en ocasiones se extiende a las naciones que estuvieron bajo dominio español.
Entonces, ¿cómo y cuándo se convirtió el verde en el color de Patricio?
El cambio del azul al verde se debe sobre todo a la rebelión irlandesa de 1798, cuando el verde se convirtió en símbolo de resistencia y representó al movimiento patriótico irlandés. Pero hay otro elemento, quizá más sencillo, que también pudo influir en esta transición: el humilde trébol.
La tradición sostiene que Patricio utilizó las tres hojas del trébol para explicar el concepto de la Santísima Trinidad a los irlandeses nativos. Quería mostrar cómo tres personas diferentes (las hojas del trébol) podían formar una sola unidad (el propio trébol): Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Los tréboles ocupan un lugar propio en las tradiciones celtas. Los nativos irlandeses consideraban los tréboles algo sagrado, vinculado al renacimiento y la fertilidad, que traía buena suerte y protegía contra los maleficios.
Come verde

El verde también se ha popularizado en las mesas irlandesas, pero sobre todo en el Día de San Patricio.
No es ningún secreto que los irlandeses adoran su cerveza, y con razón. Así, una forma de honrar al santo Verde implica ahora levantar un vaso de cerveza teñida de verde. Se cree que esta tradición bastante reciente se originó en Estados Unidos en el siglo XX, probablemente como reclamo publicitario para atraer clientes durante la Ley Seca. La receta original llevaba colorante alimentario verde. Hoy en día, la cerveza negra se mezcla con sirope de menta.
Algunos platos típicos irlandeses combinan muy bien con la cerveza, sea verde o no. El colcannon es un plato sencillo y sustancioso a base de patatas y col rizada. Sus raíces se remontan a la época en que las patatas se convirtieron en un alimento básico de la dieta irlandesa. La col rizada aporta un toque de color y un sabor ligeramente amargo, además de muchas vitaminas y minerales.
El famoso estofado irlandés es un plato contundente y sabroso, ideal para los fríos días de invierno. La carne, normalmente de cordero o ternera, se guisa durante mucho tiempo con patatas, zanahorias y cebollas hasta que esté tierna. Si se añade una cerveza negra, el plato adquiere un sabor intenso y complejo.
Las Boxty son tortitas de patata rallada, típicas del condado de Donegal -una gran alternativa al pan-. Son perfectas tanto frías como calientes y van bien con estofado o una simple ensalada. Pero si quiere algo más con una corteza crujiente, tiene que decantarse por el Soda Bread: un pan irlandés clásico que se elabora sin levadura, utilizando en su lugar bicarbonato sódico, con una cruz grabada para ahuyentar a los malos espíritus. Se cree que la cruz protege el pan y a quienes lo comen de influencias negativas.
El pan de soda se elabora con harina de trigo integral, suero de leche (que ayuda a fermentar), bicarbonato y sal. En algunas partes de Irlanda, sobre todo en el oeste, también se añaden semillas y pasas a la masa.
Los dulces se tiñen de verde en honor del santo. Seguro que encontrarás galletas de mantequilla con forma de trébol y glaseado verde, magdalenas y donuts verdes. Todas estas delicias son suaves, dulces y únicas por un único ingrediente: están hechas con cerveza negra. La cerveza no sólo da a la masa un color ámbar y un aroma a malta, sino que también la hace suave y húmeda.
Utilizar cerveza en la repostería es una antigua tradición que se encuentra en muchas culturas. Y como la cerveza siempre ha sido un ingrediente fácil de conseguir en Irlanda, era natural utilizarla también en la elaboración de dulces.
Si estás planeando un viaje a Irlanda, te espera una experiencia muy verde. Si le gusta la naturaleza, Irlanda es el lugar perfecto para usted. Los verdes paisajes, los lagos cristalinos y las imponentes montañas son un espectáculo inolvidable.
En el oeste de Irlanda, donde las verdes praderas se extienden hasta donde alcanza la vista, podrá recorrer algunos de los Caminos de Peregrinación. El famoso Camino de San Patricio, un itinerario de 132 kilómetros que combina fe y naturaleza, sigue los pasos del patrón de Irlanda, desde Ballintubber hasta la cumbre sagrada de Croagh Patrick, donde se dice que pasó 40 días en ayuno y oración.