En un mundo donde el autoritarismo va en aumento, promover los derechos humanos es una prioridad. Comprender y defender los derechos humanos da a las personas y a las comunidades el poder de oponerse a la injusticia. Pero la concienciación sigue siendo bastante baja.
Según una encuesta realizada por Human Rights Educators USA, sólo el 8% de los estadounidenses conoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este desconocimiento dificulta la protección de las libertades fundamentales y la dignidad en todo el mundo.
ISHR, the International Solidarity for Human Rights, fue creada en 2008 por Devorah Sasha y Elizabeth Sánchez-Vegas. Vieron la necesidad de mejores formas de compartir información sobre derechos humanos, así que empezaron a trabajar para que la educación en derechos humanos fuera más accesible y comprensible para personas de todas las edades y procedencias.
El objetivo de la organización es crear una cultura de respeto y concienciación sobre los derechos humanos en todo el mundo, implicando a las comunidades en actividades que pongan de relieve la importancia de los derechos humanos en nuestra vida cotidiana.
Sasha y Sánchez-Vegas vieron en el Camino Primitivo de Santiago el símbolo perfecto para promover los derechos humanos. Gracias a sus esfuerzos, la más antigua de todas las rutas de peregrinación a Santiago es ahora también un itinerario educativo que promueve un texto fundamental con el que todos estamos algo familiarizados -aunque apenas conozcamos su contenido.
Los peregrinos que recorran esta antigua ruta jacobea encontrarán 30 placas diferentes – 15 de ellas en Asturias y 15 más en Galicia –. Cada una de las placas ha sido diseñada por el artista pop español Eladio de Mora (dEmo), y cuentan con su propio certificado de autenticidad. En cada una de ellas aparece uno de los treinta artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las quince primeras placas se encuentran en Oviedo, Grado, Salas, Tineo, Pola de Allande y Grandas de Salime. Las quince restantes están en A Fonsagrada, Baleira, Castroverde, Lugo, Guntín, Melide, Arzúa, O Pino y Santiago de Compostela. Todas ellas están cuidadosamente ubicadas en edificios emblemáticos, albergues de peregrinos, capillas y otros hitos y piedras miliarias compostelanas.
El ISHR está convencido de que lo que hicieron con el Camino Primitivo puede hacerse también con otras rutas de peregrinación del mundo. Este viaje no consiste sólo en ir de A a B, es decir, de Oviedo a Compostela. Se trata también de aprender, reflexionar y compartir valores humanos universales: dignidad, justicia, igualdad. Cuanto más se comparta esta experiencia, antes podrá iniciarse una conversación global sobre los derechos humanos, el respeto, la fraternidad y la cooperación.