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Caminos marianos en Malta: Mariæ Melitensis y Melita Mariana

Virgen en la fachada de Mdina, ciudad histórica de Malta Mediana - Shutterstock
Virgen en la fachada de Mdina, ciudad histórica de Malta Mediana - Shutterstock

Malta, pequeña pero estratégicamente situada en el corazón del Mediterráneo, ha sido durante siglos un cruce de culturas y credos. Con una tradición cristiana que se remonta a casi 2.000 años, el paisaje espiritual del archipiélago revela una devoción profunda y persistente a la Virgen María. Esta devoción se hace visible en las incontables capillas e iglesias que salpican sus colinas soleadas y su litoral escarpado, muchas de ellas con orígenes que se remontan a los primeros tiempos del cristianismo.

Dos importantes rutas de peregrinación mariana —el Camino Mariæ Melitensis AD 1432 y el Melita Mariana— permiten recorrer esta historia en capas, revelando el espíritu resiliente y la fe profunda del pueblo maltés.

La revuelta de 1425 y el Camino Mariæ Melitensis AD 1432

El Camino Mariæ Melitensis AD 1432 no es solo un recorrido escénico por Malta, sino un itinerario profundamente vinculado a la lucha del pueblo por su autonomía. Este camino de 60 kilómetros conmemora un episodio decisivo en la historia maltesa: la revuelta contra el dominio opresivo del noble aragonés Gustavo Monroy.

A comienzos del siglo XV, Malta formaba parte de la Corona de Aragón y era gobernada indirectamente por una serie de señores feudales. Entre ellos, Gustavo Monroy se destacó por su gestión tiránica. Ambicioso y poderoso, impuso altos tributos y estrictos controles que asfixiaban a la población local. Su régimen provocó un profundo descontento que desembocó en la revuelta de 1425, un levantamiento que casi logra romper los lazos de Malta con la corona aragonesa.

Monroy buscó refugio en el Castrum Maris (actual Fuerte de San Ángel) en Birgu, una fortaleza que domina el Gran Puerto. Esta antigua construcción, ya símbolo de resistencia en conflictos anteriores, se convirtió en el epicentro de la oposición maltesa. Su esposa y su séquito quedaron atrapados dentro de sus muros, enfrentándose a la determinación de un pueblo unido en su anhelo de libertad.

El dilema del rey Alfonso V

Alfonso V el magnánimo de Aragón
Alfonso V el Magnánimo de Aragón

A medida que la situación se agravaba, Monroy pidió ayuda militar a su soberano, el rey Alfonso V de Aragón. Aunque inicialmente dudó en intervenir, ocupado por otras ambiciones mediterráneas, Alfonso comprendió la importancia estratégica de Malta como bastión marítimo y finalmente decidió reafirmar su autoridad.

En un acto insólito de desafío, los malteses recaudaron la impresionante suma de 30.000 florines para comprar su libertad – una cantidad extraordinaria para una comunidad insular de pequeñas dimensiones. Este esfuerzo sin precedentes llevó al rey a reconsiderar su postura. En 1428, reconoció el derecho del pueblo maltés al autogobierno, consagrando de facto su autonomía. Para honrar esta gesta de resiliencia, se dice que Alfonso realizó una peregrinación en 1432 al Santuario de Nuestra Señora de Mellieħa, consolidando así el vínculo entre la devoción mariana y la identidad nacional de Malta.

Un proyecto en marcha

XirCammini, una organización sin ánimo de lucro con sede en Malta especializada en rutas culturales a pie, está desarrollando un sendero de 60 kilómetros que conectará el Castrum Maris en Birgu con la zona del santuario de Mellieħa. Previsto para completarse y señalizarse en 2024, el proyecto busca recuperar una ruta histórica moldeada por siglos de devoción mariana en las Islas Maltesas. A lo largo del recorrido, el equipo identificará y documentará capillas, santuarios y otros sitios patrimoniales vinculados a las tradiciones marianas, creando una narrativa que entrelaza paisaje, memoria y cultura local.

La iniciativa culminará con una guía impresa, una página web dedicada y una aplicación móvil que ofrecerán a los usuarios contexto histórico detallado, logística del recorrido y datos específicos de cada lugar. Diseñado tanto para caminantes como para peregrinos y viajeros culturales, el Camino Mariano busca reconectar a los visitantes contemporáneos con una capa poco conocida del paisaje histórico de Malta.

Paradas clave en la ruta:

Castrum Maris (Fuerte San Ángel), Birgu

La ruta suele comenzar en esta fortaleza icónica, un lugar donde la historia y la fe se han entrelazado durante siglos. Originalmente un castrum romano, ha sido testigo de numerosos asedios y se mantiene como testimonio del espíritu resistente del archipiélago.

Santuario de Nuestra Señora de Mellieħa

Uno de los santuarios marianos más antiguos del Mediterráneo occidental, se dice que aquí fueron acogidos San Pablo y San Lucas tras su naufragio en el año 60 d.C. Su fresco de la Virgen María del siglo XII sigue siendo un poderoso símbolo de fe que atrae a peregrinos de todo el mundo.

National Shrine of Our Lady of Mellieħa

Mdina y Rabat

La antigua ciudad amurallada de Mdina, que fue la capital de la isla, alberga la Catedral de San Pablo, construida en el lugar donde, según la tradición, el apóstol se encontró con el primer converso cristiano de Malta, el gobernador romano Publio. Justo fuera de las murallas de Mdina, las catacumbas de Rabat revelan las profundas raíces cristianas de las primeras comunidades maltesas.

El paisaje espiritual de Melita Mariana

Para quienes buscan una exploración más amplia del patrimonio espiritual de Malta, la ruta Melita Mariana se extiende aproximadamente 100 kilómetros a lo largo de Malta y Gozo, la segunda isla del archipiélago. Este camino refleja la riqueza y diversidad del paisaje religioso maltés, conectando lugares de gran significado histórico y espiritual.

La devoción maltesa a la Virgen María es profunda y se remonta a la época bizantina, cuando las primeras comunidades cristianas probablemente veneraban a María en capillas excavadas en la roca, como las de Tas-Silġ, en Marsaxlokk. Esta veneración se afianzó aún más con la influencia de la tradición ortodoxa oriental, que dejó una huella duradera en la espiritualidad de las islas.

La tradición local también habla de la presencia de san Lucas en Malta, lo cual podría haber reforzado aún más esta cultura mariana, entrelazando la fe local con los relatos fundacionales del cristianismo.

El resultado es visible hoy en los más de 200 templos dedicados a la Virgen María entre las 359 iglesias de Malta, un testimonio viviente de siglos de devoción inquebrantable. Desde pequeñas capillas costeras en Gozo hasta imponentes basílicas en el corazón de La Valeta, estos espacios sagrados siguen atrayendo a fieles y peregrinos que buscan consuelo, inspiración o gratitud.

Melita Mariana

Lugares destacados en la ruta

La Gruta de Rabat

La cueva conocida hoy como la Gruta de Rabat ocupa un lugar central en la geografía devocional de Malta. La tradición oral sitúa el inicio de su veneración alrededor del año 1400, cuando una visión reportada en la cueva despertó el interés público y motivó las peregrinaciones. La Orden Dominicana formalizó más tarde la importancia del lugar, construyendo un convento y ampliando la iglesia ante el creciente flujo de peregrinos. Con el tiempo, el sitio fue asociado a episodios de «gracias concedidas», como la curación de un paralítico en 1630 o la protección durante brotes epidémicos en 1887 y 1999. Un fenómeno reportado en 2003, relacionado con una escultura de la Virgen (investigado por las autoridades eclesiásticas), atrajo aún más atención. Hoy, el lugar sigue siendo foco de devoción local y de conservación patrimonial.

Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, La Valeta

Construida en 1567 tras el fin del Gran Sitio de 1565, la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria conmemora un momento decisivo en la historia de Malta. Mandada erigir por el Gran Maestre Jean Parisot de la Valette, fue la primera edificación en la nueva capital fortificada. El templo refleja el mecenazgo artístico de la época moderna, con frescos en el techo del siglo XVIII pintados por Alessio Erardi que representan escenas de la vida de la Virgen. Una iconografía bizantina de procedencia incierta, posiblemente donada por el Gran Maestre Wignacourt, refuerza la dimensión simbólica del lugar. Restaurada recientemente por Din L-Art Ħelwa (organización nacional para la protección del patrimonio), hoy funciona más como espacio de reflexión histórica que como centro de culto activo.

Madonna tal-Ħerba, Birkirkara

El santuario de Madonna tal-Ħerba, en Birkirkara, es un espacio de devoción de escala reducida pero muy frecuentado. Documentado desde al menos el siglo XVI, su nombre —tal-Ħerba, que podría aludir a una “ruina” o a una memoria posterior a un sitio— añade un matiz lingüístico ambiguo a su interpretación. El cuadro titular, datado a finales del siglo XVII, muestra a la Virgen con el Niño sobre las almas del Purgatorio. El lugar destaca por su extensa colección de exvotos, con más de 500 objetos que testimonian peligros marítimos, complicaciones en partos y curaciones personales. Estas expresiones votivas ofrecen una visión de las inquietudes sociales y las estrategias espirituales de las comunidades maltesas a lo largo de los siglos.

Parroquia de Stella Maris, Sliema

La iglesia de Stella Maris, hoy principal parroquia de Sliema, tiene su origen en una capilla costera del siglo XVII dedicada a la Virgen como Estrella del Mar (Stella Maris). Funciona simbólicamente como faro espiritual para los pescadores. La estructura original fue reconstruida y ampliada en el siglo XIX, al desarrollarse la localidad. Elevada a parroquia en 1878, la iglesia se convirtió en un hito visual y espiritual en una zona cada vez más urbana. Obras de artistas locales como Giuseppe Calì y la estatua de la Virgen traída desde París en 1891 consolidan el lugar como espacio religioso y archivo de la evolución estética y social de la ciudad.

Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, Lija

Documentado desde el siglo XIII, el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros en Lija ocupa un lugar destacado en el mapa devocional del norte de Malta. Reconstruido en 1664, alberga una pintura titular de Mattia Preti, encargada por el Gran Maestre Nicola Cotoner, y originalmente un tríptico de estilo siciliano atribuido a Corso di Buono. En 1743, durante un terremoto, se registró un suceso milagroso cuando apareció humedad en el rostro de la Virgen, lo que provocó una renovada atención pública. La iglesia es conocida por su iconografía estratificada y su extensa colección de exvotos.

Capilla de la Cueva en el Castrum Maris, Vittoriosa

Dentro de las fortificaciones del antiguo Castrum Maris en Birgu se encuentra una capilla semisubterránea que se cree anterior a la propia fortaleza medieval. El lugar fue inicialmente un templo dedicado a Astarté, y luego a Juno durante los periodos fenicio y romano, hasta convertirse probablemente en santuario cristiano tras la reconquista del siglo XI. La capilla, dedicada a la Natividad de la Virgen, refleja un patrón mediterráneo común: santuarios femeninos antiguos transformados en espacios marianos en el contexto del cristianismo primitivo. Aunque modesta, la capilla enriquece el complejo entramado de paisajes sagrados de Malta.

Sanctuary of Ta’ Pinu

Santuario Nacional Mariano de Ta’ Pinu, Gozo

Ubicado en el paisaje rural de Gozo, Ta’ Pinu se ha convertido en el santuario mariano más destacado de Malta. Sus orígenes se remontan a una sencilla capilla del siglo XV, pero cobró importancia nacional en 1883, cuando Karmni Grima afirmó haber oído una voz que le pedía orar. Este acontecimiento despertó gran interés público y dio lugar a la construcción de la actual basílica, finalizada en 1931, que alberga la capilla original y su pintura de la Asunción. Los peregrinos suelen dejar ofrendas votivas, y el lugar ha recibido reconocimiento formal de varios papas, incluido el Papa Francisco, quien lo visitó en 2022. Desde 2015, el acceso al santuario está marcado por un Camino del Peregrino de un kilómetro, decorado con paneles de mosaico diseñados para la reflexión y el recogimiento.

Caminar el Archipiélago

Recorrer los caminos de Mariæ Melitensis y Melita Mariana es atravesar siglos de fe, resiliencia y devoción. Estas rutas invitan a los peregrinos a seguir las huellas de santos, soldados y habitantes anónimos de las islas que, frente a la adversidad, encontraron fortaleza en su fe. Desde las piedras milenarias del Castrum Maris hasta los acantilados azotados por el viento en Gozo, estos caminos revelan la fuerza perdurable del espíritu maltés y su vínculo inquebrantable con la Virgen María.

Para quienes caminan estas sendas, la experiencia es una oportunidad para conectarse con una tradición viva, reflexionar sobre la profunda influencia de la fe en la historia de una nación y encontrar momentos de gracia silenciosa en los paisajes eternos de Malta.

Este contenido te llega en colaboración con VisitMalta.

Entrada también disponible en: English Italiano

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