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Aquí terminó sus días el Buda histórico

Estatua del Buda dormido o Parinirvana en Kushinagar, India. Visun Khankasem - Shutterstock
Estatua del Buda dormido o Parinirvana en Kushinagar, India. Visun Khankasem - Shutterstock

En la llanura oriental del Ganges, cerca de la actual ciudad de Kushinagar, en Uttar Pradesh (India), se encuentra uno de los lugares más significativos del atlas cultural del budismo. Aquí fue donde Siddhartha Gautama – conocido en la historia como el Buda – alcanzó el parinirvana, la cesación final del ciclo de renacimientos según algunas escuelas budistas.

Hoy en día, Kushinagar sigue siendo un lugar de recogimiento y tránsito, que atrae a peregrinos y viajeros de todo el mundo que siguen los pasos del último viaje del Buda por el norte de la India.

Parinirvana: el final del camino

En la cosmología budista, el nirvana es la extinción del deseo, la ignorancia y el sufrimiento, considerada la liberación última del ciclo de nacimientos y muertes (samsara). El parinirvana va un paso más allá. Representa la liberación total del Buda de toda existencia condicionada, que, según la tradición, ocurrió en el momento de su muerte física. Mientras que el nirvana puede alcanzarse en vida, el parinirvana supone una salida definitiva e irreversible del mundo fenomenológico.

Parinirvana. Painting from the 6th century in the Kizil Caves, China
Parinirvana. Pintura del siglo VI en las cuevas de Kizil, China.

El parinirvana del Buda en Kushinagar no marca solo el final de una vida humana, sino la culminación de un camino existencial que dio forma a gran parte de los marcos filosóficos y éticos de Asia. El evento está narrado con detalle en antiguos textos como el Mahāparinibbāna Sutta, que describe los últimos días del Buda, sus enseñanzas finales y los momentos que rodearon su fallecimiento.

¿Dónde está Kushinagar?

Kushinagar se encuentra en el estado de Uttar Pradesh, India, cerca de la frontera actual con Nepal. En la antigüedad, formaba parte del reino de los Malla, una pequeña entidad política independiente del siglo V a.C. Su geografía – llana y fértil – lo sitúa dentro de una red de peregrinación que incluye Lumbini (lugar de nacimiento), Bodh Gaya (iluminación) y Sarnath (primer sermón). Todos estos lugares están conectados por rutas comerciales y monásticas que se desarrollaron paralelamente a la expansión de las comunidades budistas.

Aunque Kushinagar perdió relevancia tras la decadencia del budismo institucional en la India después del siglo XII, resurgió en los siglos XIX y XX gracias a redescubrimientos arqueológicos y al renacimiento budista transnacional. Hoy el sitio está gestionado por el Servicio Arqueológico de la India y cuenta con ruinas antiguas así como instituciones monásticas modernas de distintas tradiciones budistas.

Cómo llegó el Buda a Kushinagar

Kushinagar, Uttar Pradesh, India - March 20, 2013: The reclining Nirvana statue of the Buddha inside the Parinirvana Stupa.
La estatua reclinada del Buda Nirvana dentro de la estupa Parinirvana, Kushinagar

Según los textos canónicos, el último viaje del Buda comenzó en Rajagaha (actual Rajgir), atravesando varias localidades como Pava, antes de llegar a Kushinagar. Tenía unos 80 años y padecía una enfermedad, posiblemente causada por alimentos. En Pava aceptó una comida ofrecida por un herrero llamado Cunda. Más tarde ese mismo día, sus síntomas empeoraron, pero continuó caminando hasta Kushinagar, donde pidió descansar entre dos árboles de sal.

Allí se dirigió por última vez a sus discípulos y les dejó una enseñanza final: “Todas las cosas condicionadas están sujetas a la descomposición. Perseverad con diligencia.” Rodeado por sus seguidores, se recostó sobre su lado derecho en lo que se convertiría en el arquetipo de la postura del parinirvana, representada en esculturas budistas por toda Asia.

¿Quién fue el Buda?

Siddhartha Gautama fue un personaje histórico nacido alrededor del siglo V a.C. en Lumbini, en la actual Nepal. Pertenecía al clan Śākya y creció en el seno de la aristocracia. En la treintena, renunció a su posición social y se convirtió en un asceta errante en busca de la liberación del sufrimiento. Tras años de rigurosa disciplina y meditación, alcanzó lo que se conoce como “despertar” (bodhi) bajo un árbol de higuera en Bodh Gaya.

Lo que comprendió fueron una serie de verdades sobre la naturaleza del sufrimiento, la impermanencia y la ausencia de un yo permanente – principios que formarían la base de la filosofía budista. Durante los siguientes 45 años, recorrió la llanura del Ganges enseñando, debatiendo y fundando comunidades monásticas. Su enseñanza enfatizaba la conducta ética, la práctica meditativa y el potencial de todos los seres para alcanzar la liberación.

A diferencia de figuras posteriores del panteón budista, el Buda no se presentó como una deidad, sino como un ser humano que había descubierto un camino que otros también podían seguir. Su muerte en Kushinagar marcó el último episodio humano de una vida que, siglos después, sería interpretada y venerada de maneras diversas en toda Asia.

KUSHINAGAR, INDIA - FEBRUARY 12, 2019 : Makutabandhana or Stupa of Alahana (Angara) Buddha's cremation place, Kushinagar, India
Makutabandhana o Stupa de Alahana (Angara), lugar de cremación del Buda, Kushinagar, India

El sitio hoy: memoria y movimiento

El corazón de Kushinagar es la Gran Estupa del Mahaparinirvana, construida sobre el lugar donde se cree que fue depositado el cuerpo del Buda. En el templo adjunto reposa una estatua reclinada del Buda de 6,1 metros de largo, que data del periodo Gupta (siglo V d.C.), aunque ha sido restaurada varias veces a lo largo de los siglos. La postura de la estatua – serena, con los ojos semicerrados y recostado sobre su lado derecho – es una representación visual de la calma ante el umbral de la muerte.

Cerca de allí, la estupa de Ramabhar marca el lugar de la cremación, y el santuario Matha Kuar contiene una imagen del Buda de pie que se cree también data de ese mismo periodo. En torno a estos núcleos históricos, diversos monasterios internacionales—tailandeses, birmanos, singaleses, japoneses—han levantado templos y casas de acogida, reflejo de la dimensión global de la peregrinación budista contemporánea.

Para muchos, visitar Kushinagar no se trata tanto de estar cerca de una arquitectura sagrada, sino de seguir los últimos pasos de una historia humana que modeló el andamiaje filosófico de un continente. En este sentido, Kushinagar no se presenta como un centro triunfal, sino como un umbral: un lugar donde se entrecruzan la impermanencia, la presencia y la memoria. Representa el cierre de una vida y el inicio de una vasta transmisión cultural e histórica.

Para quienes recorren hoy sus senderos tranquilos, Kushinagar ofrece un espacio no tanto de culto, sino de meditación sobre la mortalidad, el legado y la continua búsqueda de sabiduría.

In the footsteps of Buddha: A pilgrimage to Lumbini

Entrada también disponible en: English Italiano

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