La Ruta Mariana es un itinerario religioso y turístico que conecta cinco santuarios marianos de gran importancia a ambos lados de los Pirineos. Cada uno de estos santuarios posee una historia y una belleza arquitectónica únicas que atraen a peregrinos y visitantes de todo el mundo. La ruta tiene su origen en el antiguo camino mariano que unía el Pilar de Zaragoza con Lourdes, atravesando Torreciudad, reconocido destino de peregrinación desde hace ya muchos años.
Este Camino ofrece una experiencia única que combina la fe religiosa con el disfrute del patrimonio histórico, artístico y natural de las regiones que atraviesa. Los peregrinos y viajeros son libres de iniciar su viaje en cualquier santuario y seguir un itinerario flexible adaptado a sus preferencias. Aunque se sugieren algunas etapas clásicas, como la ruta de El Pilar a Lourdes pasando por Torreciudad, Meritxell y Montserrat, los viajeros pueden hacer variaciones y desviaciones para explorar otros lugares de interés a lo largo del camino.
La Ruta Mariana se recorre idealmente en coche, moto o autobús, aunque algunos viajeros optan por hacer algunas etapas a pie o en bicicleta. A lo largo de la ruta, los peregrinos tienen la oportunidad de visitar santuarios marianos, donde pueden experimentar la espiritualidad y la devoción religiosa, así como descubrir la riqueza artística y arquitectónica de estos lugares sagrados. Además, la ruta atraviesa regiones de impresionante belleza natural, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de disfrutar de paisajes espectaculares y de la tranquilidad de un entorno natural.
El Santuario de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza, es uno de los destinos más destacados de la Ruta Mariana. El actual santuario, un lugar de gran importancia espiritual y cultural, es fruto de siglos de historia y diferentes construcciones, y fue levantado bajo la tradición de ‘la venida en carne mortal’ de la Virgen María a Zaragoza. Su basílica barroca alberga la columna de jaspe que según la tradición la Virgen María entregó al apóstol Santiago en el año 40 de nuestra era.
El Santuario de Torreciudad, situado en la provincia de Huesca, es otro punto destacado de la Ruta Mariana. Dedicado a Nuestra Señora de los Ángeles, este santuario es conocido por su relación con San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, y las familias. La iglesia actual se construyó en el siglo XX siguiendo los deseos de Escrivá, y alberga la venerada imagen de Nuestra Señora de Torreciudad, en un marco natural de gran belleza.
En Cataluña, el Santuario de Montserrat es un lugar majestuoso situado entre montañas. Fundado en el siglo IX, este monasterio benedictino es conocido por albergar la escultura de la Virgen de Montserrat, apodada “La Moreneta”. Además de su importancia religiosa, Montserrat es famosa por su excepcional entorno natural y su destacada colección de arte, recogida en su espectacular museo.
En el Principado de Andorra, el Santuario de Meritxell es una joya arquitectónica dedicada a la Virgen de Meritxell, patrona del país. La iglesia actual, construida en el siglo XX tras destruir un incendio la antigua ermita, combina elementos tradicionales y contemporáneos en su diseño arquitectónico. El santuario alberga la antigua talla románica de la Virgen de Meritxell, objeto de gran devoción entre los creyentes.
Por último, en la ciudad de Lourdes, Francia, se encuentra uno de los destinos marianos más sagrados del mundo. El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes es conocido por las apariciones marianas que tuvieron lugar en 1858, cuando se dice que la Virgen María se reveló a la joven Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle. El santuario atrae a millones de peregrinos en busca de curación espiritual y física, lo que lo convierte en un centro de devoción mariana de fama internacional.