Se puede decir que el sintoísmo es la religión autóctona de Japón. Como la escritura llegó a Japón con la expansión del budismo, las primeras prácticas sintoístas son anteriores a cualquier registro histórico. La mayoría de las tradiciones sintoístas giran en torno al paisaje japonés, la naturaleza, las estaciones y la relación con las personas que habitan en ellos.
Así, las peregrinaciones sintoístas pretenden poner a los peregrinos en contacto con la naturaleza, con las fuerzas divinas que la habitan y con ellos mismos. A través de la peregrinación, los practicantes del sintoísmo buscan:
1.- Limpieza y renovación espiritual: Los santuarios sintoístas se consideran lugares sagrados donde habitan las energías espirituales de los kami. Los kami son deidades, divinidades, espíritus, fenómenos mitológicos, espirituales y naturales considerados dignos de veneración. Pueden ser elementos del paisaje, fuerzas de la naturaleza, seres y las cualidades expresadas por esos seres, e incluso los espíritus de muertos venerados. Muchos kami son considerados los antepasados de clanes enteros. Al visitar estos santuarios y participar en rituales de purificación, los peregrinos limpian sus mentes de impurezas para reanudar y profundizar su relación con estas fuerzas divinas.
2. Conexión con la naturaleza: al ser una religión de la naturaleza, los principios sintoístas incluyen una profunda reverencia por el mundo natural, entendiendo la propia naturaleza como divina o como una manifestación visible de divinidades invisibles. Así, las peregrinaciones sintoístas implican visitar y circunvalar montañas, bosques y cascadas para honrar y participar de la energía vital y la sabiduría de los kamis.
3. Gratitud y ofrendas: Los peregrinos sintoístas expresan su gratitud a los kami por las bendiciones recibidas mediante ofrendas. Estas ofrendas incluyen oraciones, amuletos, donaciones o alimentos. De hecho, los kamis deben ser alimentados adecuadamente para mantener el equilibrio y la paz -ni demasiado, ni demasiado poco.
4. Buscar el conocimiento y la sabiduría: Las peregrinaciones sintoístas implican el autodescubrimiento y la búsqueda del conocimiento. Los peregrinos llegan a reevaluar su relación con el mundo, los kami, sus comunidades, sus valores y, en última instancia, su propia existencia personal, mientras buscan la guía de los kami.
5. Experiencia comunitaria: La peregrinación suele realizarse en compañía de otras personas, lo que crea un sentimiento de comunidad y apoyo mutuo. Los peregrinos comparten experiencias, oraciones y rituales, fortaleciendo sus lazos con la tradición sintoísta y con otros practicantes.
Las peregrinaciones sintoístas incluyen:
- O-mairi: Visitas regulares a santuarios locales para ofrecer oraciones y ofrendas.
- Junrei: Peregrinaciones a santuarios importantes como Ise Jingu o Izumo.
- Taisha: suelen realizarse en fechas concretas o como parte de un voto religioso.
- Meisho: Visitas a lugares sagrados relacionados con la historia o la mitología sintoístas.
- Shugendo: Práctica ascética que combina el sintoísmo con el budismo y que incluye peregrinaciones a montañas sagradas.
Como en otras tradiciones religiosas, las peregrinaciones en el sintoísmo varían según las creencias, motivaciones y necesidades de cada individuo. Aun así, todas buscan la conexión con la naturaleza, lo divino, la comunidad circundante y uno mismo, fomentando la purificación, la gratitud y la sabiduría.