“La imagen de 90 buzos saliendo del agua, cargando la cruz con el sacerdote, es muy fuerte”, dice Juan Gabriel Arias, sacerdote católico argentino. Hoy se desempeña como misionero en Mozambique (África), pero se le conoce por haber sido uno de los primeros en sumergirse y acompañar a través de las meditaciones una experiencia religiosa única durante Semana Santa: un viacrucis bajo el agua.
El Viacrucis Submarino de Puerto Madryn – ciudad argentina al noreste de la provincia de Chubut, considerada la capital del buceo en Argentina- ha trascendido a nivel internacional. Esta curiosa manera de peregrinación genera un enorme impacto que genera en las personas que participan.
En 2024 se cumplen 20 años de la primera edición de esta tradición vinculada a uno de los centros turísticos más importantes de Sudamérica. A lo largo de los años ha crecido tanto el interés que la municipalidad la promueve como evento de interés mundial.
“El Viacrucis Submarino es un evento muy lindo que tiene una trascendencia a nivel local, nacional e incluso internacional. Tiene tres patas: la de la municipalidad, que quiere promocionar a Madryn como un lugar para pasar Semana Santa. Es un evento turístico, lindo, bien organizado. También está la parte del buceo, de todos los buzos, que quieren promocionar a Madryn como capital nacional del buceo. Y después está la parte religiosa, que es un poco el alma y el corazón”, prosigue Arias.
Efectivamente, con respecto a la dimensión religiosa acerca del Viacrucis (una famosa devoción o práctica de oración que se centra en el camino de Jesús al lugar de la crucifixión a lo largo de 14 estaciones que simbolizan los momentos más importantes de la Pasión), Arias comenta:
“Seguramente muchas personas que participan de ese Viacrucis no lo haría en una iglesia tradicional, pero de esa manera van y acompañan el camino de Jesús en la cruz”.
Tenían miedo de que me ahogara
La tradición del Viacrucis Submarino comenzó allá por el año 2000 con la bendición del papa Juan Pablo II y hasta con el visto bueno del entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, actualmente papa Francisco.
Arias hizo las 10 primeras ediciones del Viacrucis Submarino (la última vez que se sumergió en ese evento religioso hubo más de 90 buzos dentro del agua, con otros que acompañaban con snorkels o kayaks, además de 3000 personas en el puerto y la playa). Lo que él más recuerda de aquellos primeros momentos fue el apoyo que recibió tanto de Prefectura como de Bomberos para poder peregrinar bajo el agua.
Secretaría de Turismo | Municipalidad de Puerto Madryn
Las meditaciones del Viacrucis las llevaba preparadas y plastificadas para poder leerlas bajo el agua.
“Los primeros dos viacrucis se hicieron dentro de una cápsula -no de una escafandra como se hizo después- que estaba bajo del agua. Entraba y salía en cada estación. Iba de un lado al otro nadando. En el primer Viacrucis fui con dos personas de prefectura que me acompañaban, tenían mucho miedo de que me ahogara, porque obviamente yo no era buzo”, agrega Arias.
Rezar a 8 metros de profundidad
En cuanto a la metodología del Viacrucis, tal cual indica una nota enviada por el propio Ministerio de Turismo de Chubut, todo se inicia en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús. En ella se recorren las primeras ocho estaciones en diversos puntos de la ciudad para llegar hasta el Muelle Comandante Luis Piedra Buena.
Es en ese sitio donde una enorme cruz de unos cuatro metros de altura es sumergida en el mar para proseguir el camino en las restantes estaciones subacuáticas a lo largo de 500 metros bajo el agua, a ocho metros de profundidad.
Al momento de las oraciones con los relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo es el sacerdote el encargado de rezarlas a través de un hidrófono, mientras los buzos profesionales cargan la cruz.
Sin embargo, uno de los momentos más conmovedores, tal cual expresan las diversas crónicas de este viacrucis tan especial, es el momento en que va bajando el sol y las personas que acompañan empiezan a encender velas, al tiempo que desde el mar se proyecta la luz que irradia la cruz.
Esto se une al resplandor de los focos de luz que llevan los buzos o las propias embarcaciones que están sobre la superficie, algo que genera un clima de suma calidez y se transforma en una de las postales más maravillosas del Viacrucis Submarino en Madryn.
Por último, todo finaliza cuando el sacerdote y los buzos salen del agua cargando la cruz hasta la orilla para ser recibidos por todas las personas que acuden al lugar, momento en el que tanto el coro municipal como parroquial entonan canciones alusivas junto a una gran fogata.
Una experiencia “impactante”
Uno de los puntos más emocionantes tiene que ver con aquello de experimentar todo lo que significa rezar o peregrinar bajo el agua.
“Es una experiencia que es muy personal eso de rezar abajo del agua cuando se bucea y a mí siempre me gustó contacto con la naturaleza”, aclara Arias, quien insiste en el impacto que reciben las personas que participan del Viacrucis de manera presencial.
“Mucha gente me viene a saludar a pedir que los bendiga. Mucha gente viene llorando con lágrimas muy emocionada. Todos los comentarios que yo recibí son así de mucha emoción, de experiencias religiosas”.
“Hay buzos que después me pidieron bautizarse, casarse o confesarse. Muchos de aquellos buzos después hicieron camino espiritual de acercamiento a Dios”, subraya Arias.
Desde Mozambique, donde es párroco de un sitio que tiene 45 comunidades, Arias estaba a la espera de un permiso de su obispo local para volver a Argentina en Semana Santa luego de varios años fuera y participar de la edición número 20 del Viacrucis Submarino en Puerto Madryn. Pero esto finalmente no sucederá en esta oportunidad, según pudo confirmar recientemente.
Incluso, Arias tenía pensado celebrar – cuando pudiera regresar a Argentina – una misa abajo del agua en una estructura que prepararon unos amigos especialmente. Sin duda otro acontecimiento que resultaría más que novedoso para una ciudad turística como Puerto Madryn que tiene al Viacrucis Submarino como una de sus grandes cartas de presentación alrededor del mundo.