Situada estratégicamente en el Mediterráneo, en medio de las principales rutas comerciales, Malta tiene una tradición culinaria que ha sido moldeada por diversas influencias. De hecho, las costumbres maltesas (incluida la cocina) se han inspirado en transiciones históricas, con algunas tradiciones transmitidas de generación en generación y otras introducidas durante la rica historia de la isla.
Así, la cocina maltesa es una deliciosa fusión de elementos europeos continentales, norteafricanos y de Oriente Próximo, creando una mezcla mediterránea única. La situación geográfica y la importancia histórica del archipiélago le permitieron incorporar sabores e ingredientes de las diversas culturas que pasaron por sus rutas de comercio marítimo y peregrinación. Los restaurantes locales y las mesas familiares conservan con orgullo estas tradiciones culinarias, lo que hace que Malta destaque por su amplia mezcla de influencias interculturales.
La cocina de la abuela viene a la mente al entrar en muchos restaurantes locales, donde los chefs llevan décadas preparando platos tradicionales. El orgullo de utilizar ingredientes locales, como queso ricotta de leche de cabra y tomates y hierbas de cosecha propia, añade un toque muy personal a la experiencia culinaria.
Más allá de sus influencias geográficas e históricas, la cocina maltesa es testimonio de su ininterrumpida tradición cristiana de 2.000 años. Muchos platos se inspiran en las fiestas católicas y siguen el calendario litúrgico. Entre los manjares inspirados en las fiestas destacan los anillos de miel de Navidad, conocidos como Qaghaq tal-Ghasel.
Estas pastas en forma de anillo, rellenas de una mezcla de miel, melaza, anís, canela y clavo, representan el carácter cíclico del calendario litúrgico. Es decir, simbolizan la eternidad. Pero el relleno que rezuma significa el desbordamiento de bondad de la estación, en una clara referencia al nacimiento de Cristo. Originalmente un manjar navideño, los anillos de miel se han convertido en un icono de Malta y Gozo, y están a disposición de lugareños y turistas durante todo el año.
Pero ya a medida que el Adviento aparece en el horizonte, los visitantes de Malta pueden deleitarse con una deliciosa tarta de frutas para el día de San Martín, a mediados de noviembre. Deliciosa mezcla de dátiles, higos y especias, esta torta cubierta de frutos secos es un tentador preludio de las delicias navideñas que aguardan a quienes exploren el rico tapiz culinario de Malta.